Mujeres en el limenA propósito del mito de la bruja en la obra exiliada

Laburpena

El mito femenino de la bruja se ha beneficiado de relecturas desde los estudios de género como el que se debe a la profesora Silvia Federici en Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación originaria (2004) que han contribuido desde el análisis sociológico y la filosofía política a desmitificarlo en buena medida. De hecho, la identificación del último feminismo con ‘la bruja’ como símbolo de empoderamiento ha llevado incluso a iniciativas del rescate y documentación de las víctimas de la caza de brujas del pasado y de los feminicidios del presente. Pero en el tiempo vital de los exiliados ‘las brujas’ ocupaban un campo semántico en el limen, en el umbral entre la mujer y la chamana ancestral, que designaba un conjunto heterogéneo de saberes que la enraizaban a la tierra hasta confundirse con ella y de los que extraía su poder para cambiar y transformar circunstancias desafortunadas. De entre ellos destacan trabajos que beben de la mitología de Vasconia como la obra de Martín Ugalde con título en epanadiplosis (brujas- sorjin/sorginak), Las brujas de Sorjín (1975), o los estudios antropológicos de Julio Caro Baroja como Las brujas y su mundo (2015) de los que bebió su hermano exiliado Pío Caro Baroja y que alientan en la novela En aquel tiempo: Lenengo denboran relato fantástico de magos, brujas y gigantes, príncipes y santos (2003).