Crisis bancarias y regulación financiera. El seguro de depósitosapariencia y realidad

  1. Garrido, Antoni

Universidad de defensa: Universitat de Barcelona

Año de defensa: 1990

Tribunal:
  1. Martí Parellada Sabata Presidente/a
  2. Isidre Fainé Casas Secretario/a
  3. José Luis García Delgado Vocal
  4. Antoni Serra Ramoneda Vocal
  5. Emilio Ontiveros Baeza Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 24108 DIALNET lock_openTDX editor

Resumen

La historia de las crisis bancarias es también la de los intentos por evitar tanto su repetición como sus efectos más negativos. La ampliación y mejora de los niveles de información suministrados a la población, la suspensión temporal de la convertibilidad de los depósitos, el establecimiento de reservas obligatorias del cien por cien, la transformación de los pasivos bancarios en participaciones sobre el activo del precio variable, la regulación y supervisión de las actividades bancarias y la intervención de las autoridades como prestamistas de última instancia, son algunas de las propuestas formuladas y utilizadas en este sentido.El seguro de depósitos ha sido considerado un instrumento que presenta considerables ventajas sobre los anteriores. Frente a la ambigüedad inherente a la figura del prestamista de última instancia, el seguro entraría automáticamente en funcionamiento, eliminaría las ventajas competitivas derivadas del tamaño y, en la medida que evitaría la propagación de movimientos de pánico, sería compatible con el mantenimiento del mecanismo de quiebra. De otro lado, permitiría tanto la relajación de otras formas de regulación como que los costos de las crisis fueran soportados por el propio sector.El objetivo último de este trabajo es realizar un análisis del mecanismo asegurador que, además de mostrar sus bases teóricas e ilustrar la experiencia internacional, proporcione elementos de juicio para valorar su grado de utilidad en un futuro próximo.La exposición se ordena en cinco capítulos. En el primero, una vez recordadas las funciones tradicionalmente asignadas a las entidades bancarias, se comentan los rasgos diferenciadores de la actividad bancaria, concretamente la existencia de asimetrías en la información que impiden a los depositantes distinguir entre riesgos específicos y sistemáticos. Se revisas asimismo las diversas formas de regulación, los posibles modelos de Banco Central así como el debate sobre la forma óptima de regulación.Tras examinar la teoría clásica del prestamista de última instancia y exponer los factores de cuestionan su vigencia en la actualidad, el capítulo segundo se centra en el estudio de los fundamentos teóricos del seguro de depósitos. Para ello se analiza, en primer lugar, el debate sobre sus objetivos, mostrando la existencia de dos opiniones contrapuestas: quienes postulan y asignan a éste únicamente la protección de los ahorradores de medios modestos y aquellos que entienden que su función es el mantenimiento de la estabilidad del sistema. Proseguimos con el exposición de las ventajas y distorsiones imputados al mecanismo asegurador, destacando entre estas últimas los problemas de incentivos del tipo de azar moral y selección adversa. También se aborda la discutida y polémica cuestión de la influencia del seguro sobre los niveles de capital mantenidos por las instituciones bancarias. El capítulo finaliza con un análisis de las medidas adoptadas para paliar estos problemas, así como los efectos de las mismas.El capitulo tercero presenta la experiencia occidental en el campo del seguro de depósitos. Hemos descartado realizar una exposición pormenorizada de las características del sistema de vigente en cada país, optando en su lugar por plantear aquellas cuestiones vinculadas al mecanismo asegurador que parecen más relevantes: la delimitación de su capacidad de actuación y el sistema de financiación. Se comentan, asimismo, las sensibles diferencias existentes en aspectos tales como la extensión de la cobertura, forma de adscripción y administración.La segunda parte del capítulo tercero estudia el esquema asegurador que, sin duda alguna, ha sido el modelo de referencia para el resto de países: la "Federal Deposit Insurance Corporation" estadounidense. Así, tras recordar las condiciones y polémicas que rodearon su creación, se analizan en profundidad los dos tipos de intervenciones mayoritariamente seguidos en la resolución de los episodios de crisis: el pago de depósitos hasta el límite asegurado y la organización de operaciones de compra de la entidad en crisis. Hemos intentado, además, delimitar los factores que inducen a las autoridades a optar por una u otra alternativa. Se exponen, por último, los nuevos procedimientos que las agencias federales norteamericanas se han visto obligadas a adoptar ante el progresivo incremento tanto en el número como en el tamaño de las entidades en crisis.El capítulo cuarto está dedicado al análisis del caso español. En sintonía con la orientación del resto del trabajo se muestran las características del fondo de garantía de depósitos en establecimientos bancarios, comparándolo con los sistemas vigentes en otros países y se realiza una valoración de su funcionamiento y perspectivas de futuro. No obstante, ante la magnitud e intensidad alcanzada por la crisis bancaria en nuestro país, hemos considerado necesario dedicar previamente cierta atención al análisis de sus causas. En ese sentido, y sin descartar lo que hemos convenido en denominar diagnóstico oficial, planteamos algunas hipótesis que creemos pueden contribuir a un mejor conocimiento de las mismas.El siguiente capítulo se inicia con la exposición de las principales críticas que ha recibido los sistemas en vigor, concretamente la eliminación de la vigilancia de los depositantes, el incremento en las pérdidas de las agencias aseguradoras y su incompatibilidad con el proceso de desregulación. Se comentan a continuación las distintas propuestas de reforma del seguro, realizadas en los últimos años y agrupadas en dos grandes bloques: las formuladas por autores cuya preocupación básica es el funcionamiento eficiente de los mercados financieros y las de los que intentan compatibilizar el mantenimiento de la estabilidad del sistema con el funcionamiento de los mecanismos de disciplina del mercado.